Por Ernesto Caveda de la Guardia (Profesor de Filosofía, CEEH)
“Como un secreto de un viejísimo, ancestral amor, me hirió Cuba con su presencia en fecha ya un poco alejada (…) y así, yo diría que encontré en Cuba mi patria pre-natal.” En estos términos evocaba Zambrano, en 1948, su encuentro con la isla mayor de las Antillas, tras llegar como exiliada en 1936 a causa de su condición de militante republicana, durante la Guerra Civil Española. Se cuenta que, pocas horas después, conocería a Lezama Lima en la “Bodeguita del Medio”, sellando de esta forma una comprensión poética particular de la tierra en la cual viviría de forma discontinua alrededor de 15 años.
En el marco de las actividades por la celebración del Día Internacional del Español, el Centro Educativo Español de La Habana, en colaboración con la Consejería Cultural de la Embajada de España en Cuba, organizó un evento dedicado a conmemorar el aniversario 120 del natalicio de María Zambrano (1904-1991), sin lugar a dudas, una de las filósofas españolas más destacadas del siglo XX. Este homenaje, realizado en el Hemiciclo del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba (antiguo Centro Asturiano de La Habana), reunió a académicos, estudiantes y amantes de la cultura iberoamericana, subrayó la relevancia del pensamiento de Zambrano, a través de sus fecundos vínculos con Cuba, no solo en el ámbito hispanohablante, sino también en el panorama filosófico universal.
María Zambrano, nacida en Vélez-Málaga (Andalucía), es reconocida por su honda reflexión que entrelaza pensamiento filosófico y expresión poética. A lo largo de su vida, publicó obras fundamentales como “El hombre y lo divino”, “La agonía de Europa”, y “Claros del bosque”. En estos textos, la pensadora no sólo aborda cuestiones existenciales, sociales e históricas, sino que también ofrece, por medio del diálogo con la tradición filosófica occidental y la incorporación de elementos de la mística y la poesía, una crítica incisiva a la fría razón instrumental; además de una propuesta alternativa, encarnada en su concepto de “razón poética”, que defiende el compromiso con la autenticidad integral del ser humano y redescubre una forma de conocimiento que trasciende al mero raciocinio, abogando por una comprensión más holística y sintiente.
“Patria Prenatal: Jornada Zambraniana en La Habana” resaltó la vigencia del pensamiento de Zambrano en tiempos de convulsión e incertidumbre política en el panorama internacional. Durante la conmemoración, se llevaron a cabo diversas actividades que incluyeron conferencias magistrales, comunicaciones en formato híbrido (presencial y online) y fructíferas intervenciones del público presente. Especialmente destacable resultó la intervención de la Dra. Mercedes Gómez Blesa (Fundación María Zambrano) quien deleitó a la audiencia con una conferencia magistral titulada “El pensamiento vivo de María Zambrano”, el cual destacó cómo la experiencia de más de cuatro décadas de exilio influyó significativamente en la obra de la pensadora malagueña, produciendo una muy original concepción de la “existencia exiliada”, caracterizada por el amor paradójico (o dialéctico) a la experiencia de “nadificación” que suponen el desasimiento y la pérdida de todo arraigo; y que propició, más adelante, el hallazgo y la valorización del conocimiento poético de la realidad. En palabras de Gómez Blesa:
“El verdadero territorio del exiliado es el “no-lugar”, y esa imposibilidad de una patria, esa “u-topía”, se transforma, paradójicamente, en su único y posible “topos”. No nos ha de extrañar –como ya hemos comentado-, pues, que, en los últimos años de su exilio, Zambrano, al ser interrogada varias veces sobre las razones por las que no regresaba a España, ella siempre contestaba lo mismo: “amo mi exilio” como mi “verdadera patria”, y cuando uno descubre su verdadera patria es difícil abandonarla.”
